Kairós y fotos

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Para hacer fotografías hay que “permanecer de algún modo enamorado”.

Para estar enamorado es necesario estar solo, saber estar solo.

Enamorarse es creer que el otro tiene, al menos, parte de la respuesta a la pregunta “¿quién soy yo?”.
Uno elige su objeto fotográfico anticipando esa pregunta ¿quién soy yo…?

El estilo fotográfico consiste en haber encontrado tu forma de amar, tu forma de preguntar(te).

En la FORMA de preguntar está la esencia; la pregunta es solamente una manera de proyectar el deseo.

El tiempo en fotografía no es crhonos sino KAIRÓS. El Amor siempre es Kairós.

El kairós se construye sobre el misterio, y no hay certeza alguna en él.

Kairós (en griego antiguo καιρός, kairós) es un concepto de la filosofía griega que representa un lapso indeterminado en que algo importante sucede. Su significado literal es «momento adecuado u oportuno»,1​ y en la teología cristiana se lo asocia con el «tiempo de Dios». La principal diferencia con cronos (en griego antiguokρόνος, krónos) es que, mientras Kairós es de naturaleza cualitativa, Cronos es cuantitativo.23​ Como dios, Kairós era semidesconocido, mientras que Cronos era la divinidad por excelencia de la época.

El término utilizado en la antigüedad varía en los diferentes textos y aparece con significados ligeramente distintos. Así, Hesíodo lo define como «todo lo que es mejor que algo», y Eurípides dice que es «el mejor guía en cualquier actividad humana». Por eso, no se pueden unificar todos sus usos y el significado exacto debe extraerse del contexto en el que se emplee. Ni siquiera es siempre asociado con el tiempo, pero sí con la eficiencia y aparentemente siempre juega un papel decisivo en las situaciones imprevisibles e inusuales. En ciertos contextos es empleado para nombrar esa condición necesaria para lograr el éxito en una empresa. (Wikipedia)