Un niño cuando juega suele reclamar nuestra mirada: ¡¡…mira, mira cómo lo hago!!, (…aita) Fotografiar es regalar la mirada sin tener la certeza. Un niño confía en recibir la mirada del otro para saber que está haciendo algo realmente; fotografiar es lo mismo, pero al contrario: es mirar para combatir la incertidumbre de la mirada —no— devuelta. Fotografiar es mirar con la esperanza de “alcanzar el ser visto”. Así, la
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