“Postales de un zapatero veneciano”

Pero, ¿quién es el “zapatero veneciano”?

¿…y sus postales? ¿Son auténticas, o todo es una fabulación azarosa?

¿Existe Porto Nascosto? Los cheilopong y los peces voladores ¿…Carapachibey o Calasinmar?

Un sello de lacre encontrado por casualidad en la reforma de un antiguo taller de zapatería veneciano parece acreditar, definitivamente, todos los indicios: un zapatero veneciano de mediados del siglo XIX mantuvo una larga relación postal con el atribulado capitán Ahab. Aquel que Melville construyó en nuestras memorias. 

¡…sí!, una cajón lleno de collotipias —postales de la época— lo atestigua. Y el lacre con el que el zapatero marcaba todos sus envíos, lo acredita.

Stai attento!!

Casi como los obenques de un velero, las historias son líneas que atraviesan la niebla suspendidas en el aire. Pero siempre dibujan a sus pies ramas entrecruzadas con el tronco fuera de la fotografía. Ramas que se tejen mientras las fotografías, casi vivas, se revelan.

Esta historia es una de esas ramas en la niebla que te dejan saltar de una fotografía a otra como en una rayuela, como si jugásemos a la gallina ciega. Encontramos el obenque, el cabo…e inmediatamente es tragado por una ballena blanca y desaparece en medio de la niebla: la ballena del Essex quizá…o aquella del capitán Ahab.

Esta historia comenzó cuando, en la reforma de un antiguo taller aparecieron, por fortuna, unas collotipas —postales de la época en italiano— que un zapatero veneciano enviaba, al parecer, al capitán de un ballenero del siglo XIX.

Si no fuese por el sello de lacre que se encontró en el suelo, sobre una vieja arpillera, sería imposible acreditar su autenticidad. Ahora ha llegado el tiempo de dar a conocer la historia de las “Postales de un zapatero veneciano”