No se pueden fotografiar palabras

Hay un momento en el que uno intenta decir con las fotografías lo que no pudo/puede decir con las palabras. Las fotografías, como los hijos, reciben nuestra culpa y la hacen suya…a veces.
Por eso las fotografías que muestran la injusticia y el sufrimiento voraces nos adormecen en lugar de despertarnos.

Hace —tanto— tiempo ya, decidí intentar decir con las palabras lo que a las palabras corresponde, para poder seguir, así, buscando lo que son realmente las fotografías.

Hay gente que hace fotos (o que son fotógrafos quizá…) que reaccionan con especial virulencia cuando intuyen que algo así ocurre cerca suyo.

Sé que algunos me entenderán, pero otros harán lo posible por evitarlo.

Fotografía: Sri lanka, Ambalangoda 1991. Pescador en el puerto vendiendo el producto de su trabajo. © J. Bengoetxea

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