La casa oculta

Los fotógrafos nos editamos como “salvajes”, ¡sin piedad! …despiadadamente con nosotros mismos, que es el acto más salvaje que uno pueda imaginar. ¡Y lo hacemos por miedo, siempre por miedo! Miedo a que lo que pulsa y quiere ser mostrado, pueda lograrlo al fin.

Creemos que, si cercenamos nuestros fantasmas, la luz brillará, y no hay luz que ciegue mas que la que ha sufrido la castración de su oscuro.

La fotografía es la casa oculta de lo que no queremos ver/mostrar

“La casa oculta” © J. Bengoetxea 2007