«el no-saber»: la insurrección © J. Bengoetxea 2006
No fotografiamos por saber, ni para saber, …sino porque no sabemos.
La fotografía, el acto fotográfico, es la insurrección de la ignorancia.
La ignorancia está anudada a la palabra y, como en fotografía, la palabra —la fotografía— «nos salva» de lo real.
La fotografía es —puede ser— la huella del trauma NECESARIO que sucumbe a la incertidumbre de lo real para re-crear/la.
Así, la única esencia que se deposita en una fotografía, es el vacío sobre el que se alza.